jueves, 24 de enero de 2008

LA HABITACIÓN DEL BEBÉ

Poco a poco van llegando las cosas que en poco tiempo (espero) acomodaremos en la habitación de la pequeña. La verdad es que ahora mismo esa habitación la estamos usando un poco de trastero, un poco de tendedero y es donde va a parar todo lo que aun no tiene ubicación definitiva en casa. Si a eso le sumamos el hecho de que ya tenemos aquí el cochecito con todos sus complementos, la bañera, la hamaca y un montón de ropita de bebé, entrar en esa habitación se está convirtiendo en Misión Imposible IV. Me recuerda a la época en que yo había traído de casa de mis padres todas las cosas que había comprado para mi casa (vajillas, cuberterías, toda la cristalería, un montón de cosas para la cocina, ropa de cama, toallas, etc.) y lo teníamos todo en las habitaciones pequeñas. Llegar hasta la ventana era tarea peligrosa. Ahora esa habitación vuelve a recordar sus antiguos momentos y está tan abarrotada de cosas que no se sabe ni por donde empezar. Y además hay que tenerla permanentemente cerrada, porque la gata (ver foto arriba) es una cotilla y tiene que husmearlo todo y meterse en todas las cajas. Menos mal que al final David no trajo la cuna (esperaré a que ya esté la habitación en orden para traerla) porque ya no sé ni donde hubiese podido colocarla. Cuando esté todo en su sitio respiraré de alivio.