viernes, 26 de septiembre de 2008

DE BEBÉS Y MASCOTAS

Hace ya tiempo que leo algunos blogs presentes en la página del 20 minutos, prestando sobre todo atención diaria a uno sobre las visicitudes de una madre con su pequeño y a otro en el que se trata de buscar hogar o ayuda a animales abandonados. Hoy, leyendo este último mientras Alicia comía en mi regazo, no he podido evitar que se me saltasen algunas lágrimas y que se me encogiese el estómago de rabia y vergüenza. Rabia por lo que he leído (un maltrato brutal a una galga, que al final ha tenido que ser dormida por los veterinarios que la atendieron para ahorrarle más sufrimiento) y vergüenza por pertenecer a la misma especie que el energúmeno que ha hecho algo así. Me duele el maltrato en todas sus formas, ya sean a personas o a animales, pero más me duele sobre todo a seres indefensos como son a los bebés o niños y a las mascotas que no han hecho otra cosa en la vida que recibir palos y aún así muchas veces lamen esa mano que no sabe más que darles mala vida.Pienso en mi niña, y en la posibilidad de que alguien le haga daño (sobre todo ahora, que depende absolutamente de todo de las personas que la queremos y la cuidamos) y me pongo mala. Y pienso en las tres mascotas que comparten su vida y su espacio vital. El perro que tienen mis padres, un animal poco amigo de caricias (Niebla es un cruce de mastín y huski, y tiene todo el carácter independiente de estos últimos. Las caricias las puede recibir durante horas, si tú se las das, pero pocas veces las pide) pero noble e incapaz de hacer daño a ser vivo alguno (le puedes quitar la comida de la boca sin recibir ni un arañazo de sus dientes, y la pobre se dejaba vapulear por el gato antes de que me lo llevase a mi casa). Fue recogida por mi hermano de una camada con 4 días de vida, pues en caso contrario hubiera terminado en el río, y yo misma me levanté más de una noche para darla el biberón con el que sacarla adelante. Y los gatos (gata y gato), recogidos también de la calle, la gata con 24 horas de vida, sacada de una papelera donde la habían metido en dos bolsas de plástico bien cerradas y de donde la saqué con esa misma rabia que tengo ahora por la crueldad con los indefensos que puede tener el ser humano. El gato, Nico, creo que atropellado por un coche, cojeando de una pata, con infecciones en ojos y oídos y con más hambre que Carpanta. El veterinario me dio pocas opciones con ellos, pero decidí demostrarle que eso dos gatos y yo somos tres cabezotas. Ahora conviven con nosotros, trasteando la gata a todas horas (ya decimos en casa que Alicia no va a empezar a decir pa-pa-pa o ma-ma-ma, sino que sus primeras sílabas van a ser Ni-na-no, la gata se llama Nina) y lo que lamento es no tener opciones de poder cuidar a más animales, cosa que creo beneficiaría mucho a nuestra peque. Pero me queda clara una cosa. Si el ser humano es incapaz de respetar la vida de los miembros de su propia especie, ni siquiera en muchos casos de los bebés y niños que son el futuro de nuestra supervivencia, ¿Cómo podemos esperar que no haga sufrir a otros seres vivos que son considerados "inferiores" a nosotros?. Dan ganas de llorar.

martes, 23 de septiembre de 2008

MASAJE VA MASAJE VIENE

Con dos meses de retraso hemos empezado el curso de masajes impartido por mi matrona. El caso es que justo cuando iba a comenzar, la matrona tuvo que coger la baja y la cosa se ha ido retrasando hasta Septiembre. Van a ser cuatro días, el jueves pasado y los próximos tres jueves. Y la verdad es que el inicio no pudo ser mejor. Somos cinco madres con nuestros respectivos peques y además un padre que también pudo asistir. La matrona, para empezar, nos explicó el masaje de las piernas, y la verdad, si que debe ser relajante porque todos los bebés, sin excepción, se hicieron pipí. Previsora que es la matrona, todas teníamos empapadores bajo los niños, que estaban desnudos para facilitar los movimientos del masaje. Nos enseñó la sucesión de movimientos en una piernecita y después lo repetimos todo en la otra. Nos recomendaba mucho el contacto visual con nuestros hijos, pero cada vez que miraba a Alicia, la peque estaba con los ojos fijos en alguno de los otros niños. No logré que se fijase en mí (bueno, ya me tiene muy vista, y allí había montones de cosas nuevas y otros bebés) así que terminé por concentrarme totalemnte en el masaje, y procurando que ella lo disfrutase también. Creo que lo más curioso fue que cuando la matrona dio por finalizada la clase, allí nos quedamos las cinco, sentadas en las colchonetas, dando el pecho a los peques. Parece que esto de los masajes abre el apetito.
Está muy bien poderte reunir con otras madres y comentar tus experiencias con ellas, sobre todo cuando los hijos respectivos son de edades parecidas. Da la sensación de que todas necesitamos poner en común nuestros puntos de vista y conocer las opiniones de las demás madres. Si no, no se explica que el curso empezase a las once y a las once y cuarto la matrona aun no hubiera logrado sacarnos del vestuario donde estábamos charlando. Y eso que no nos conociamos. Ya tengo ganas de que llegue el jueves y seguir aprendiendo. Y charlar con las otras madres ;-)

lunes, 22 de septiembre de 2008

AGUA VAAAAA!!

El sábado pasado bautizamos por fin a esta peque. Hay que reconocerla que se portó muy bien. Bueno, los tres niños que se bautizaban ese día se portaron de maravilla en la iglesia. Tal vez no tenga tanto mérito en Alicia y en el otro pequeño, ambos de cuatro meses, pero la otra niña ya tenía más del año, corre que se las pela y empieza a parlotear en su media lengua, por lo que sus padres temían que se pasase el rato del bautizo correteando por allí. No hubo de que preocuparse, los tres estuvieron calladitos (sobre todo el niño, que estaba dormido) y no hubo que sacar a ninguno de la iglesia llorando ni cosas parecidas. Me sorprendió que ni siquiera protestasen en el momento de echarles el agua (en todos los bautizos a los que he asistido, el nene protagonista ha montado unos cirios de cuidado al mojarles la cabeza). Después nos reunimos la familia y algunos amigos a merendar, y ya enlazamos con la cena en casa hasta las tantas.
Da gusto con esta chiquitina. En estos cuatro meses que tiene no sé si será por el ritmo de vida que ha llevado desde que nació o que otra cosa, pero hemos comprobado que se la puede llevar a cualquier parte y no protesta en absoluto. Incluso algunos familiares nos han mirado "raro" cuando les hemos comentado que a los cuatro días de vida ya la teniamos en danza por ahí, en la mochila o en brazos, de un lado a otro (sobre todo resolviendo los mil papeleos que trae aparejado un bebé). Piensan que fuimos demasiado lanzados, y que teníamos que habernos quedado en casa las dos mientras David resolvía el solo todos los trámites. Pero tal vez el haberlo hecho así haya ayudado a que ahora Alicia se encuentre tan a gusto en cualquier parte y no proteste más que para comer. Probablemente solo sea pasión de madre, y todos los bebés sean tan despiertos como Alicia, pero a mi modo de ver esta peque está la mar de espabilada. Todo lo mira, todo la llama la atención, y lo mejor de todo, para casi todo el mundo tiene una sonrisa encantadora. Es un cielo (aunque creo que los gatos no están muy de acuerdo. La nena ya está aprendiendo a sujetar cosas y a no soltarlas, y ya ha practicado sus nuevas habilidades más de una vez con sus colas:-)

sábado, 13 de septiembre de 2008

SUS PRIMEROS CUENTOS

El viernes fui a comprar un detalle para la peque de una amiga mia, y mientras curioseaba en la tienda decidiendo que coger para la niña (tiene ya dos años) mi mirada tropezó con unos cuentos para bebés. Son ese tipo de libros con cuatro o cinco hojas, de tela, acolchados, con algo como plástico en el interior que suena al mover las hojas para llamar la atención. No me pude resistir y le cogí los dos tomos que tenían allí de la serie (son cuatro en total, y la dueña de la tienda me dijo que a lo mejor tenía en el almacén los otros dos, sobre formas y colores). Con estos dos aprenderá en el futuro las vocales y los números, y de momento se entretiene con lo colorido de las páginas y el ruido que hacen. Ahora mismo está a nuestro lado, en su hamaca, con el libro de las vocales en las manos,estrujando sus páginas entre los dedos, la mar de entretenida. Estos son sus primeros libros, ya que, aunque hay en nuestras estanterías un montón de cuentos infantiles, son los que ha heredado de mí. Espero ser capaz de fomentarla el amor a la lectura.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

COSAS...PENDIENTES

¿Por qué todo el mundo da por sentado que si un bebé no lleva pendientes es un niño? Salvo aquellos que lo saben de antemano, casi todo el mundo que conoce a Alicia la toma por un niño. Y eso que muchas veces va con vestido, pero claro, tiene vestidos de todos los colores, no solo rosa, y la gente solo se fija en las orejas antes de dictaminar "Huuuuyyy que niño tan guapo...". Pues eso ya se acabó. Esta tarde ya he llevado a Alicia a ponerla los pendientes. No ha sido muy complicado (lo más difícil ha sido realmente marcar con un rotulador la altura de los agujeros para que quedasen más o menos iguales) pero la peque se ha llevado una buena llantina. También hay que reconocer que escogí adrede el momento justo antes de una de sus comidas para luego llegar a casa inmediatamente y que se la pasase el disgusto con la leche. El momento crucial ha sido de lo más rápido. Dos "click" y los pendientes (pequeñitos, con piedrita azul :-) ya estaban en sus orejas. Y de regalo un sonajero de parte de la farmacéutica. Ahora solo debo untar los agujeros cada día con un algodón empapado en alcohol o agua oxigenada y darle vueltas a los pendientes durante unos 15 a 20 días. Probablemente le mantenga los pendientes hipoalergénicos hasta el día del bautizo, donde estrenará los que le han regalado los abuelos. Y espero que ya nadie más confunda a la peque con un nene.

lunes, 1 de septiembre de 2008

VISITA AL PUEBLO

A ver cuantos niños de tres meses pueden decir que han estado en la ciudad, la montaña, el campo y la playa en ese tiempo de vida. Bueno, imagino que unos cuantos. Y entre esos cuantos esta nuestra peque. La verdad es que ahora mismo la importa poco donde la llevemos. Basta con que estemos con ella, haya mucha gente haciéndola caso y la demos de comer siempre que lo pida (jejeje, sobre todo esto último). Pues de todo esto ha tenido un montón este fin de semana. Ha conocido en bloque a casi toda la familia de mi padre (que ya son unos cuantos) más otro montón de amigos de siempre del pueblo. Todo el mundo la ha dicho cositas, la ha cogido en brazos, la ha besado y abrazado... y Alicia en la gloria. La única pega que le veo a todo esto es que David y yo hemos pasado a ser meros comparsas a los que en ocasiones ni se saluda. Todos venían en plan "Aaaaaayyy vamos a ver la esta muñequita" y después de un ratillo se daban cuenta de que esa muñeca venía colgada de un señor con pinta de papá y con una señora al lado que bien podría ser su madre y ya entonces recibíamos un saludo, pero como de compromiso :-)
Ya no pintamos nada. Todo es para la niña, todos los besos son para la niña, todas las preguntas son para la niña... y jo! todos los regalos son para la niña :-). Bueno, hay que reconocer que esta peque se lo merece, porque a ver que niña te deja dormir de un tirón toda la noche con solo tres meses. Hoy incluso me ha dejado desayunar antes de pedirme de comer ella. Y además solo llora para eso, para comer y el resto del tiempo nos regala risas a montones. No, que nadie pregunte, esta niña no está en venta :-)