viernes, 30 de enero de 2009

LOS JUGUETES DE UN BEBÉ

Entre unas cosas y otras esta peque se ha juntado con un pequeño montón de juguetes. Mucha gente le ha regalado peluches y otras cositas de esas que tanto nos gustan a los padres, e incluso de vez en cuando a los niños. Y yo tampoco he podido resistirme a comprar alguno que otro de estos que se consideran entretenidos y educativos. Y cada vez que la veo jugar me pregunto "¿Y todos estos juguetes para qué?" porque Alicia prefiere mil veces jugar con una caja o una botella de plástico antes que con todos sus juguetes y peluches. Y no se te ocurra quitarle el brick de leche cuando lo está golpeando contra el suelo porque los gritos de protesta pueden llegar al ático. Ahora mismo, mientras escribo esto, está jugando con un casquillo de bombilla (sí, un casquillo) que he tenido que atar con un hilo al borde de la hamaca para poder recuperarlo fácilmente cada vez que lo tira. Pasa ratos muy largos entretenida con él y hace poco caso a los peluches que tiene a su lado. Así las cosas, veo que los juguetes de los próximos meses van a ser muy fáciles de conseguir. Bastará con terminarnos una botella de coca cola para tener un juguete nuevo:-)

jueves, 29 de enero de 2009

SU PRIMER GATEO

Vale, de acuerdo, con un bebé todas las cosas que hace son nuevas. La semana pasada comenté que había dicho su primera palabra, y este sábado, mientras estaba con dos amigas mías en el salón, avanzó a gatas por primera vez. Pude ver el último paso antes de que sus rodillas fallasen y volviese a arrastrarse a base de codos.
Cada día que pasa vemos nuevos progresos, nuevas pruebas de que se va desarrollando con normalidad. No hay mayor felicidad para unos padres que comprobar que su hijo está sano.
Cada día está más cerca el momento en que dé sus primeros pasos. ¡Huy que miedo me da ese día! Ya no va a haber quien la pare :-)

miércoles, 21 de enero de 2009

SU PRIMERA PALABRA

Alicia ya ha dicho su primera palabra. Por lo menos pronuncia algo con lo que quiere expresar un deseo. Esa palabra ha resultado ser mamamamama... y no, no es porque quiera estar conmigo (bueno, a lo mejor un poco sí:-) sino porque la ha asociado con la comida. En el momento en que se pone a pronunciarla, ya puedes correr a preparar la papilla, las frutas o el bibe, porque si no la haces caso inmediatamente lo siguiente son unos berridos dignos de la mejor soprano en un teatro abarrotado de gente. Y seguimos sin podernos quejar, porque una vez que ha comido, vuelve a ser la cría más alegre del mundo. David anda un poco mosca (jejeje, seguro que es solo una pose) con eso de que diga mamá y no haya dicho todavía papá, así que si alguna vez la tiene en brazos y se pone con su "ma ma ma ma", la dice: "si, hija, ala, con tu madre" para que la dé yo de comer.
No es en lo único que va haciendo progresos. Como todos los niños ya va explorando cosas, trata de agarrar todo lo que tiene delante (y si son cosas que no debe coger, con más insistencia todavía) y ayer mismo se recorrió el salón de mis padres de punta a punta varias veces arrastrándose sobre el parqué, me imagino que como preludio de que pronto va a comenzar a gatear. Que rápido va creciendo.

miércoles, 7 de enero de 2009

¿SE ABANDONAN LAS RELACIONES SOCIALES CUANDO HAY UN BEBÉ?

Una de las cosas que me imagino piensan los que no han sido padres es que el día que lo sean (ellos, amigos o parientes suyos) las relaciones con los demás van a cambiar. Ya no se va a poder salir por ahí hasta altas horas de la madrugada, no se quedará con los amigos apenas y que todo lo que formaba parte de tu vida de persona sin hijos va a desaparecer sustituida por otras cosas nuevas. Pues por nuestra parte podría afirmar que no ha sido así. Cierto es que hay muchas cosas nuevas y que otras han desaparecido, pero yo diría que no es algo que echemos especialmente en falta. Una de las cosas que hacíamos con mucha frecuencia antes de casarnos era ir al cine, actividad que en el último año ha quedado reducida a dos veces, y ninguna desde que nació Alicia. Pero no me importa no ir como antes. Tenemos una colección de películas enooooorme en casa que no hemos visto (y manda narices, que muchas veces nos encontramos viendo en la televisión alguna peli que tenemos en vídeo y terminamos tragándonos con anuncios). Vale, no es lo mismo, pero a mí me da igual. Pero hay una cosa a la que no he renunciado y no he visto jamas la necesidad de hacerlo y es quedar con los amigos. Vienen a casa o quedamos a dar una vuelta y casi podría asegurar que ellos no piensan que hayamos cambiado por tener a la niña. Hacemos lo mismo que antes con ellos, con la salvedad de que ahora somos uno más. La mochila ha demostrado ser uno de los inventos más útiles a la hora de salir por ahí. Y me encanta que vengan a casa. Lo único que lamento es que la mayoría no viven el mi ciudad y no nos podemos ver con la frecuencia que nos gustaría.
Otra cosa de la que se lee mucho por Internet. Supuestamente las conversaciones quedan reducidas a la última gracia del bebé o de lo mal que come o duerme últimamente. Creo poder afirmar (y si no es así, por favor, que los que nos conocen me corrijan) que aunque me gusta hablar de mi hija, también me gusta saber como les va a los demás, que hacen que tal sus trabajos, sus vacaciones o simplemente lo que han visto en el cine o el libro que están leyendo. Espero que mis amigos no piensen "que pelmas se han vuelto estos chicos, son monotemáticos" porque me gusta pensar que no es así. Y si lo piensan que me lo digan corriendo, que aun estamos a tiempo de corregirlo :-)