jueves, 20 de agosto de 2009

ALICIA Y LAS MASCOTAS

Ya sabéis que vivimos rodeados de bichos. Dos gatos aquí en casa y perro y gato en casa de mis padres. Sea por eso, o porque esta niña ha salido a su madre en la cuestión de los bichos, la verdad es que no les tiene ningún miedo. Procuramos inculcarla respeto y trato cariñoso con ellos (ya sabe que para acariciarlos hay que hacerlo muy suave) y al menos con los gatos lo hace bastante bien. Nina, la gata, procura esquivarla lo más posible, y Nico, el macho, se resigna y la deja hacer. La gata de mis padres es un caso aparte, apenas se acerca a Alicia, pero la perra, Niebla, es la que más sufre el cariño de la peque. Creo que ya comenté en alguna ocasión que Niebla es un cruce de mastín, y hace honor a sus antepasados siendo un perrazo que impone respeto por el tamaño. Además es poco cariñosa (te acepta mimos pero no suele pedirlos) y no es demasiado obediente. Todo ello lo compensa con una nobleza de corazón más grande que su cuerpo. Es incapaz de hacerle daño a una mosca, y si te dicen que no hay que poner la mano en el fuego por ningún animal, yo lo podría por ella. El caso es que nunca ha hecho mucho caso de mi hija, pero ahora no le queda más remedio que soportarla. Alicia se la echa encima, la abraza, la tira del pelo y todo esto Niebla lo aguanta con estoicidad. Ojala Niebla viva lo suficiente para que Alicia (y el que viene) guarden buen recuerdo de ella, que ya empieza a estar mayor, porque Niebla ha demostrado ser un perro muy especial en muchas cosas y en casa la queremos como a uno más de la familia.
Por cierto, que está visto que a esta niña el tamaño no le importa. Este verano, en el pueblo, al cruzar una esquina, se encontró cara a cara con una vaca y la peque ni se inmutó. Si alguna de las dos se llevó un susto en aquel momento, podéis apostar que fue la vaca.

1 comentario:

crisbichito dijo...

ya dice el dicho "allí donde fueres, haz lo que vieres", y en eso se nota que es hija tuya.