domingo, 22 de junio de 2008

UN MES DE VIDA

Esta peque ya ha cumplido un mes. Un mes que nos ha cambiado la vida. Ahora apenas tengo tiempo de leer o de estar con el ordenador, y cada vez que tengo que salir de casa llevo conmigo más trastos que si me fuera 15 dias de vacaciones. He comenzado a simplificar lo más posible (por ejemplo, he renunciado al bolso, mis cosas van en la bolsa de los pañales de Alicia o de momento estoy usando la mochila, en vez de llevar el cochecito de bebé) y aun así la parte trasera de mi coche va siempre a tope de cosas. Pero no me puedo quejar. Esta chiquitina es una bendita que solo come y contempla el mundo (porque lo de dormir es otro asunto, parece que nadie la ha explicado que los bebés tienen que dormir la mayor parte del día). Eso si, en todo este tiempo solo nos ha dado dos malas noches, tema que se soluciono tirando por tierra mis teorias y decisiones previas y comenzando a usar chupete. Bueno, al menos lo de que el chupete podía confundirla durante la lactancia no ha resultado cierto (se tira al pecho como una leona) y más o menos ya tiene establecidos unos horarios de lactancia, que mira tú que casualidad, tres de ellos coinciden con mis horarios de comer, decida yo comer a la hora que sea. Parece que huele la comida en la mesa y se acuerda que ella tambien tiene hambre, así que estoy cogiendo poco a poco práctica en lo de comer con una mano mientras que con la otra la sujeto para que ella mame.
Tambien llevamos un mes con los pañales lavables, y no me arrepiento de estar usándoles. Verdad es que hay que poner lavadoras, pero como la tengo que mudar también de pijama una o dos veces al día, y mudar sábanas con frecuencia, y las capas de baño, y los arrullos, más la ropita que se mancha cuando regurgita algo por sorpresa, pues eso me permite poner lavadoras practicamente llenas (ahorro de agua y energía:-). Y los pañales absorben mucho. Bueno, no sé si es eso o que como Alicia aborrece que la desnuden, prefiere estar con el pañal mojado a que se lo cambiemos. El caso es que ya pude estar el pañal lleno de pis y caca hasta arriba que esta niña no dice ni mu (eso si, el jaleo se monta en cuanto se lo cambias, cualquier día tenemos a la policia en la puerta para comprobar si estamos torturando a un bebé). Nos hemos apuntado a un curso de masajes para bebés con mi matrona y ya estoy temblando porque seguro que nos expulsan al cuarto de hora de estar allí :-)
Esta es mi vida ahora. Eso sí, es una de las cosas más hermosas que le puede pasar a cualquiera y merece la pena como pocas en el mundo el hecho de tener un hijo. Y además se me han pasado como por arte de magia las nauseas, la acidez de estómago y el asco que me daban un montón de alimentos (que delicia volver a tomar un vaso de leche para desayunar) A ver si David tiene tiempo de terminar su relato del parto y publicamos nuestros puntos de vista a la vez. Y en otra ocasión hablo de los papeleos que hay que resolver cuando nace un niño (futuros padres, preparaos, nosotros nos pasamos diez días de un lado a otro hasta que lo resolvimos todo)

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